Los funcionarios del Centro de Bienestar Animal de Cali, han sido señalados en varias oportunidades de ser negligentes y poco empáticos cuando se trata de atender a los animales que llegan al lugar buscando una atención prioritaria.
Así fue el caso de Monita, una gata de dos meses, a quien luego de que le negaran la atención en el CBA, murió.
El domingo, 18 de febrero, la rescatista Leidy fue de urgencias con Monita al Centro de Bienestar Animal (CBA). Monita era una gata de dos meses, quien fue mordida por un gato feral y la dejó caer desde una tapia de aproximadamente 2 metros. Luego de eso, Monita quedó sin movilidad y no comía, pasó la noche muy mal, por ello, su rescatista decidió ir de urgencias al CBA, donde el médico veterinario de turno le dijo que no podía ser atendida porque el caso no era considerado una urgencia, que el animal “debía llegar sangrando para que se considerara una urgencia“. Y a pesar de que la rescatista iba remitida por otra de las rescatistas, quien cuenta con SISBÉN, y quien hace parte de la “Red Animalista Solidaria” del CBA -conformada en el año anterior por la administración de Jorge Iván Ospina- le negaron la atención.
El Centro de Bienestar Animal de Cali: El paseo de la muerte para los animales Share on XMonita no recibió primeros auxilios, ni medicamentos para el dolor, ni un mínimo chequeo de auscultación en el CBA, aunque así fuese, por empatía debido a su situación de salud.
Por lo anterior, la rescatista inició su calvario con Monita. Lo que se ha denominado en Colombia como; “El Paseo de la Muerte” en las EPS para los humanos, ahora se evidencia en los animales.
Lo primero: Como rescatistas, empezar a buscar recursos para llevar a Monita a una clínica veterinaria. Monita fue llevada a 3 clínicas, el primer signo notorio es que tenía fiebre de 40.4, le aplicaron antiinflamatorio y antibiótico, y estando a la espera del resultado de radiografías y toma de ecografía, murió.
Monita tuvo que soportar la negligencia y rechazo de una institución pública que debería, sin tanto protocolo, tener una alerta roja para atención prioritaria de emergencias, sin burocracia, sin barreras, procurando poner como prioridad la vida de los animales.
Monita no es el único caso de negligencia que se ha presentado en las últimas semanas. El caso del perro Rocco, el cual fue reportado como maltrato animal ante el CBA y la Inspección de Policía Especializada en Protección Animal, ya que el perro estaba amarrado en una terraza bajo el inclemente sol y la comunidad decidió actuar avisando a las entidades, fue otro caso de negligencia. El CBA se dirigió al lugar, pero el perro ya no se veía en la terraza, no encontraron a nadie en la vivienda, se fueron del lugar y no hicieron seguimiento al caso. Resultó que Rocco no fue visto en la terraza porque en su intento y desesperación por bajar de la terraza, se ahorcó. El caso ya se encuentra en Fiscalía:
Ayer, también se conoció otro caso donde se evidenció que el CBA no se encuentra equipado con los equipos necesarios para atender a los animales: Un perro fue rescatado en el barrio Marroquín con graves heridas, entre ellas; fractura de mandíbula. La rescatista se dirigió al CBA y la respuesta fue que; “no tenían la máquina de rayos X, y el nivel de SISBÉN de la persona que decidió ayudarle, teniendo en cuenta que es un perro en estado de calle, tampoco se adaptaba al protocolo de la entidad“. El perro tuvo que ser llevado a otra veterinaria.
Animalistas solicitaron una auditoria urgente al Centro de Bienestar Animal por parte de la Contraloría. Revisión al protocolo, que ha evidenciado ser negligente y con nula empatía, al igual que el trato de los funcionarios para la atención en esta entidad. También hicieron el llamado a las autoridades competentes para que investiguen estos casos de negligencia, y puntualmente el de Monita, que derivó en su muerte.