Uno de los objetivos de los activistas por los Derechos Animales en Colombia es trabajar en contra de las prácticas taurinas, pero, ¿cuál es el camino correcto y la apuesta en marcha para decir no más olé? ¿la regulación o la abolición?
Andrea Padilla, Activista por los derechos de los animales y Concejal de Bogotá, Terry Hurtado, Activista por la liberación animal y Concejal de Cali, y Carlos Crespo, miembro de la Coalición Colombia sin Toreo, hablaron sobre este tema y dejaron en claro cuál debe ser la apuesta para trabajar en contra de la tauromaquia, y cómo está afectando la pandemia a este sector. Un tema que para algunos activistas es claro, y son enfáticos en que la vía es la abolición, otros cuantos, teniendo en cuenta el presente de la tauromaquia en el país y que no ha sido posible la abolición, le apuestan a la regulación y desincentivación.
Para tener claridad en el tema y las diferentes posturas que se desprenden desde diversos movimientos, sectores o del activismo propio, Padilla, Hurtado y Crespo nos comparten y explican en este artículo, desde su postura y trabajo, cuál debe ser la vía de trabajo para afrontar esta práctica cruel.
¿Regular o abolir la tauromaquia en Colombia? Share on X¿Cuál es el panorama actual de la tauromaquia en el país?
Concejal Animalista de Bogotá, Andrea Padilla: La tauromaquia en Colombia es una practica que está desapareciendo, no porque las normas estén avanzando, sino por el rechazo mayoritario por parte de la sociedad. Tiene los días contados en el país pero preocupa que ha sido mantenida; política, económica y normativamente por un sector poderoso de la sociedad, y ello es lo que ha impedido que la tauromaquia muera en el país.
Concejal Animalista de Cali, Terry Hurtado: El trabajo realizado por más de dos décadas comienza a dar resultados en el tema antitoreo, el movimiento se ha fortalecido y la ciudadanía está en contra de las corridas de toros, y eso se ha visto reflejado en la disminución de la asistencia a las plazas. Sin embargo, pese al desacuerdo ciudadano mayoritario de oposición a las corridas, el mundo pro-toreo ha logrado instaurarse y fortalecerse en la normatividad para defender y permitir que permanezcan a las corridas como es el Código Nacional Antitaurino aprobado en el gobierno de Álvaro úribe.
Carlos Crespo, miembro de la Coalición Colombia sin Toreo: El panorama de la tauromaquia en Colombia es de total caducidad, gracias al trabajo constante del movimiento animalista y particularmente de aquel que ha hecho énfasis en la abolición de la tauromaquia, se ha presentado un cambio de consciencia social sobre la necesidad de acabar con los espectáculos de divertimiento cruentos, públicos y legales con animales. En Colombia quienes manejan la tauromaquia son sectores de gran poder económico y político con grandes intereses en mantener estas prácticas que hacen a la sociedad más ignorantes y menos empática.
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La aprobación del Acuerdo presentado desde la curul de la Concejal Andrea Padilla, el cual busca desincentivar las corridas de toros en Bogotá, ¿es un logro que puede aportar al fin de la tauromaquia en Colombia?
Concejal Animalista de Bogotá, Andrea Padilla: Es indiscutible que el acuerdo que adoptamos en el concejo de Bogotá puede ser el comienzo del fin de las corridas de toros en Bogotá, y si se adopta, si se replica en otros municipios del país, puede ser el fin de la tauromaquia en Colombia. Es esto lo que se busca al adoptar medidas de desincentivo, hacer que la práctica sea más costosa de realizar, imponer unas cargas y hacer que el espectáculo mismo sea menos atractivo para la afición (por ejemplo lo que se ha buscado con las medidas para desincentivar el fumar, encareciendo el producto, prohibir que se fume en espacios cerrados, encarecer el producto, etc)
Concejal Animalista de Cali, Terry Hurtado: Más que regulaciones, las restricciones son las convenientes en cuanto vayan encaminadas a un valor abolicionista, por ejemplo; la prohibición de ingreso a menores de edad, porque evita la educación especista de los menores de edad y genera disminución en el ingreso por venta de boleterías. Otro podría ser una restricción en eliminar exenciones de impuestos o aumentar impuestos. Pero la regulación puede llegar a ser contraproducente, por ejemplo; cuando se plantea las corridas sin sangre porque dan un mensaje que puede ser complicado hacia la ciudadanía, y es que, quitar elementos como las banderillas o las picas, incluso no matar al toro en el ruedo, pueden enviar el mensaje a las personas que lo demás está bien, y se deja de ver otros elementos que están permanentemente haciendo parte de las corridas y que le genera alto sufrimiento y dolor a los toros, como cuando a los becerros los marcan con acero incandescente y se realiza la tienta, el transporte lleno de estrés, entre otros.
Carlos Crespo, miembro de la Coalición Colombia sin Toreo: Un toro en una plaza ya es un toro explotado y maltratado, por ello las corridas incruentas no favorece a los animales como tal, pues no existen las corridas incruentas. Siempre nos enfocamos en el padecimiento físico del animal, pero también existe el sufrimiento emocional de los animales que inicia desde que son ejecutados en tientas de las ganaderías, donde los ganaderos evalúan las condiciones buscadas en el animal como la casta o la bravura, los que no pasan estas pruebas en las tientas están condenados al matadero, y son las mayoría. También el estrés que sufren luego de ser separados de su familia y transportados durante largas distancias, muchas veces a presiones y temperaturas diferentes produciéndoles gran estrés, luego son llevados a sitios oscuros donde saldrán al ruedo, ahí les espera un lugar de donde no pueden escapar.
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¿La regulación puede ser contraproducente para abolir la tauromaquia en Colombia? ¿el sector taurino se podrá ver afectado por la pandemia? ¿cómo será su reacción?
Concejal Animalista de Bogotá, Andrea Padilla: El argumento de que la regulación puede ser contraproducente para abolir la tauromaquia es contraevidente, lo cierto en este momento es que no hemos podido abolirla, lo cierto es que las corridas de toros aún existen en nuestro país, y no ha prosperado ninguna iniciativa legislativa para acabar con ella de una buena vez, porque tenemos un congreso paquidérmico, paralizante y repleto de ganaderos, de galleros y de taurinos. Entonces yo creo, al contrario, que los caminos de regulación como el acuerdo aprobado en Bogotá que le apuntan precisamente a hacer más costoso el espectáculo y menos atractivo para la afición, son caminos interesantes que hay que explorar en el marco de las autonomías territoriales. Yo creo que una cosa es el discurso de la abolición, el discurso del fin de la explotación, que es importante como derrotero ideológico, es importante como discurso, pero otra cosa es la práctica, y en la práctica los animales sufren, y sufren mucho, y se mueren, y se mueren mucho, y por causas evitables, por razones absurdas. Si somos consecuentes con nuestra expectativa de reducir sufrimiento, de salvar vidas, tenemos que priorizar el pragmatismo y buscar caminos que nos conduzcan a ese propósito, y eso me parece que es este acuerdo, distinto a el discurso de la abolición que hasta ahora no se ha logrado materializar en una norma.
Ya se ha visto en España que los taurinos se han movilizado pidiendo subvenciones, pidiendo que los ayuden a mantenerse por la falta de corridas de toros, pero eso sí es el grito desesperado y absurdo de la locura, en un escenario de tanta carencia, de tanta necesidad, y en donde está en riesgo la misma vida de los seres humanos, y pedir que los recursos tan escasos se orienten a mantener una practica caduca, violenta, cruel, es el grito desesperado de la locura. Puede que los taurinos se inventen medidas como que hagan una corrida de toros con una sola persona y lo transmitan por televisión, puede que lo hagan, son tan delirantes que puede que lo hagan y tienen con qué.
Concejal Animalista de Cali, Terry Hurtado: La realización de las corridas sin sangre puede ser un factor que le ayude a quienes realizan las corridas de toros y han visto disminuida su asistencia producto de la inocultable crueldad y sevicia que se desarrolla en las mismas, una estrategia de mercadeo nueva, porque al no haber sangre pues puede comenzar a presentarlo como un evento de carácter familiar, tal como lo fue en la década de los 90 después de la caída de la Unión Soviética por las empresas que realizaban las corridas de toros para intentar entrar en los países del Oriente de Europa, incluso en Asia intentaron primero llegar a esos mercados haciendo corridas sin sangre para que no fueran tan chocantes para la población, y luego, finalmente desarrollar las corridas como las conocemos normalmente, con todos los instrumentos que generan tortura y laceraciones. Hay que entender que estos eventos hacen parte de una cadena productiva de negocios, entonces no importa si las corridas las hacen con banderillas o sin banderillas, en un lugar del mundo o en una ciudad u otra, ese dinero que les entra les va a permitir que los toreros, que las ganaderías subsistan, para que luego, en otra parte del mundo, se puedan seguir haciendo con todos los implementos de tortura.
En este contexto de la pandemia se hace supremamente riesgoso las corridas sin sangre, en la medida que ellos van a seguramente intentar, como están haciendo muchas otras actividades, «digamos de entretenimiento», pasar a la virtualidad, y comenzar a proyectar, vía redes sociales, streaming, y todos los medios virtuales, eventos taurinos que no tengan sangre para así poder enganchar a la gente y hacerles pensar que es un espectáculo que no implica sufrimiento al animal, pese que ahí está realmente significando sufrimiento al animal, para posteriormente pasar a las versiones más crueles de las corridas de toros.
Carlos Crespo, miembro de la Coalición Colombia sin Toreo: No podemos hablar de un golpe económico para la tauromaquia por la pandemia del COVID-19, pues contrario a Europa, en Colombia las grandes temporadas ya había culminado, y si les fue mal no fue por la pandemia, sino porque su negocio de explotación animal está siendo cada vez peor. Las personas vinculadas al sector tauromaquia han sido golpeadas por la pandemia como ciudadanos, no específicamente por su actividad, ya que la mayor parte de esta población deben contar con otras fuentes de ingreso para su vida normal, por ello hemos rechazado el argumento taurino de que vive mucha gente de la tauromaquia, pues siempre ha sido una actividad marginal y totalmente temporal. Debemos tener en cuenta, sin embargo, que algunos grupos de toreros como en Yotoco, algunos ganaderos, han venido planteando una serie de corridas ilegales virtuales, desvirtuando además esa valor tan hermoso de la solidaridad, pues no podemos plantear solidaridad donde haya tortura y asesinato a seres vivos sintientes, que además estas corridas virtuales, son ilegales, que incumplen con la legislación vigente al respecto incluida la ley taurina. Como Colombia sin Toreo ya demandamos la única corrida virtual ilegal que fue realizada en el mes de mayo en Cundinamarca, que aparte violaba irresponsablemente todas las medidas sanitarias de cuarentena, así mismo, buscamos impedir tres corridas virtuales ilegales en el mes de julio. Por ello, debemos seguir denunciando todos estos eventos ilegales mientras trabajamos en el Congreso de Colombia por la abolición.
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