El pangolín es el único mamífero con escamas y su existencia se encuentra en peligro. Según investigaciones cada cinco minutos asesinan a uno de su especie para extraer sus escamas y carne, las cuales son usadas por el humano en la medicina tradicional y su carne se considera comida especial en países como China y Vietnam.
El pangolín, un hermoso mamífero, está considerado como el animal más traficado del mundo, sus 8 especies están en peligro de extinción. Entre las incautaciones realizadas por los entes de control en algunos países están la de más de 25 toneladas de escamas de pangolín, las cuales equivalen a más de 50.000 ejemplares. Un contenedor refrigerado proveniente de Nigeria, que según se dice contenía carne congelada, fue interceptado de camino a Vietnam donde incautaron escamas de aproximadamente 13,000 pangolines, los cuales habían sido capturados de los bosques de África.
Un estudio publicado el año pasado por científicos de las Universidades de Stirling y Sussex, que trabajan en colaboración con la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre, sugiere que los traficantes de vida silvestre también están aprovechando las rutas remotas de comercio de marfil para contrabandear pangolines de África Central. El estudio también encontró que debido al alto precio internacional, las escamas de pangolín aumentaban los costos locales, lo que provocó que la caza furtiva y el tráfico de pangolines se convirtieran en una actividad lucrativa en los bosques y ciudades de África.
Pangolín, el animal al que asesinan uno cada cinco minutos por sus escamas y carne Share on X
El equipo de WCS en África Central está trabajando con socios, locales y nacionales, para ayudar a combatir el tráfico y la venta de pangolines y sus escamas, utilizando una variedad de métodos innovadores mediante el aprovechamiento de los conocimientos sobre conservación y cumplimiento de la ley.
WCS lanzó recientemente un estudio para comprender mejor el tráfico ilegal de pangolines (escamas y carne), carne de caza y otras especies protegidas en las ciudades de Brazzaville y Pointe Noire en la República del Congo y Kinshasa en la República Democrática del Congo. Se han realizado talleres y discusiones grupales en las tres ciudades, con la participación de más de 100 personas de diversos sectores, incluidos aduanas, policía, ministerios de silvicultura, universidades, aviación civil, instituciones públicas y legales, hoteleros y médicos tradicionales. Durante estos talleres se mapearon las diferentes rutas de tránsito y destino para los productos de la vida silvestre, y se identificaron los diferentes actores involucrados en este comercio ilegal. A largo plazo, estos estudios arrojarán luz sobre las redes,