En algunos medios de comunicación cuentan la vida de los gatos que habitan en el cementerio de Santa Cruz de Mompox-Bolívar como una historia llena de superstición, pero, la realidad que conocen los defensores de los animales es de abandono e irresponsabilidad de las familias al dejarlos en este lugar, ellos no llegan, ni aparecen por arte de magia, a ellos los abandonan.
Desde años atrás defensores de los animales vienen realizando campañas de esterilización para frenar la sobre-población de gatos que existe en esta zona, y que al contrario de lo que cuentan algunos medios de comunicación, no están ahí por cuidar tumbas o por un pacto con el diablo de familias que tienen a sus seres queridos enterrados, estos felinos han llegado ahí porque personas los abandonan a su suerte.
En el año 2016, el Equipo CES Gatos Bogotá y Fundación Protectora de Animales No Humanos de Montería, realizaron una recolección de ayuda monetaria con la comunidad para poder llevar a cabo esterilizaciones a los gatos que ahí habitan. En ese entonces la médica veterinaria de Montería, Ximena Mestre, hizo una visita de reconocimiento y pudo establecer un primer diagnóstico: 25 gaticos habitaban en el cementerio de Mompox y sobrevivían a difíciles situaciones de enfermedad, hambre y natalidad descontrolada.
En el 2017 se conoció el llamado en redes sociales de la señora Laura Aguirre, en ese entonces estaba como turista en el municipio de Mompox Bolívar y se encontró con un caso, como ella lo nombró; “horrible de abandono“…”algunos de los habitantes del municipio botan en el cementerio las crías de las gatas dejando los bebés gatos a la intemperie y en el abandono total. En el momento hay 18 gaticos, varios enfermos y uno de ellos aún no abre los ojos“.
Esta es la realidad de los gatos, no es una realidad para contarla como historia de terror, es una realidad que invita a la administración municipal a integrar a los animales en su plan de trabajo, a incluirlos en el plan de contingencia, implementar programas de protección y bienestar animal para educar a su comunidad, y por supuesto, implementar jornadas de salud para los animales.