Karut después de 22 años llegó a convertirse en vida. Desde el Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA) han trabajado sin descanso para poder ver este nacimiento, y por fin lo han logrado.
El Cóndor Andino, el ave voladora más grande del mundo, hoy lamentablemente se ha convertido en un desafío de conservación. Por ello, en Agosto de 1991 dieron origen al Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA), realizado en el marco del Programa Binacional entre Chile y Argentina.
Por fin en el nuevo Centro de Incubación Artificial y Cría en Aislamiento Humano del Ecoparque Buenos Aires, hace 59 días los miembros del programa se turnan para brindar cuidado intensivo al huevo de Cóndor. Desde el Programa de Conservación explicaron que; “cuando el pichón casca su huevo, se demora tres días para eclosionar completamente, por ello refuerzan las guardias, día y noche. Y las últimas noches han resultado lluviosas en Palermo”.
El equipo técnico preparaba todo para recibirlo cuando vieron con asombro cómo el pichón arremetía con fuerza para salir. Adelantándose a la hora prevista y, cuando el reloj marcaba las 00:01 AM, en el momento exacto en que un trueno llenaba el ambiente, ante la mirada asombrada de todos, Kárut completó su emotivo nacimiento. Su nombre, en lengua Aonikenk, significa Trueno, bautizado así en honor a los pueblos originarios que durante miles de años han honrado y honran esta emblemática especie.
Con 207 g de peso, el bebé cóndor presento un excelente estado. Consumió rápidamente los primeros dos gramos de alimento que se le brindaron y está siendo criado en aislamiento humano, utilizando títeres de látex que representan a sus padres, para poder ser liberado en su ambiente natural.
Si bien, en el marco del PCCA se criaron 65 pichones de esta especie amenazada, hacía 22 años que no había una pareja reproductora en Palermo. La flamante pareja, proveniente de acciones de rescate en las provincias de Salta y San Luis, está formada por Sagta, el padre, el cual tiene un problema en sus ojos y Eluney, la madre, que presenta problemas en sus alas. Ellos no pueden ser liberados, pero sus crías integradas a este plan integral de conservación, podrán hacerlo.