Según información del proyecto Tayra, quien se encarga de realizar el registro de fauna atropellada y la conservación de la biodiversidad local en el Valle de Aburrá, ni las aves se salvan de ser atropelladas en las carreteras.
Desde Tayra informaron a través de Twitter que han registrado 40 especies de aves arrolladas por vehículos en las vías del suroriente del Valle de Aburrá (De las aproximadamente 200 especies que se encuentran en las áreas que fueron divididas por las carreteras que recorren). No todas las especies de aves tienen las mismas cifras de mortalidad, sus comportamientos, el tipo de hábitat en el que se encuentran, los lugares en los que buscan el alimento y la forma de obtenerlo son algunas de las características que las hacen más vulnerables a morir arrolladas en carreteras. Sin embargo, esta es una pequeña muestra en tan solo 10 kilómetros que “volar no es suficiente para cruzar a salvo las carreteras“:
Entre las aves atropelladas están las que muchas personas reconocen como; los Barranqueros (Momotus aequatorialis) y Pinches (Zonotrichia capensis). Otras comunes y de gran tamaño como Guacharacas (Ortalis columbiana) o tan pequeñas como los Cucaracheros (Troglodytes aedon). Otras especies restringidas a áreas conservadas y difíciles de observar como algunos Trepatroncos (Thripadectes holostictus) o la endémica Perdiz colorada (Odontophorus hyperythrus). Rapaces diurnas como cernícalos (Falco sparverius) pero también nocturnas que comúnmente se escuchan vocalizar en la ciudad como los Currucutú (Megascops choliba) o en zonas boscosas como el Búho ocelado (Cicabba albitarsis).