Según datos de Bosques Globales (Global Forests), Colombia se enfrentó a uno de los incrementos más dramáticos en la pérdida de cobertura arbórea de cualquier país, con un aumento del 46 por ciento en comparación con 2016, y más del doble de la tasa de pérdida desde 2001-2015. Casi la mitad del aumento ocurrió en solo tres regiones en el límite del bioma amazónico (Meta, Guaviare y Caquetá), con nuevos focos de pérdida que avanzan hacia áreas previamente intactas.
Según Global Forests; “El rápido aumento en la pérdida de la cobertura arbórea ocurrió cuando llegó la paz al país. El año pasado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo rebelde más grande del país, fueron expulsados de grandes cantidades de bosques remotos que controlaban anteriormente. Las FARC mantuvieron un estricto control del uso de la tierra y permitieron poco uso comercial de los recursos. Con la desmovilización, surgió un vacío de poder que condujo a la tala ilegal de pastos y coca, la extracción y la tala de otros grupos armados. La especulación de la tierra es desenfrenada , ya que las personas ocupan y deforestan nuevas áreas con la esperanza de obtener un título de propiedad de la tierra en virtud de la próxima ley de reforma rural , un componente clave del Acuerdo de Paz. Las rutas abandonadas de las FARC también están brindando acceso a áreas forestales previamente remotas, con algunos gobiernos regionales expandiendo oficialmente estas carreteras para promover el desarrollo“.
¿Cómo está trabajando el gobierno para disminuir la deforestación?
Global Forests también comunicó sobre el trabajo que está desarrollando el gobierno colombiano para frenar la destrucción de los bosques. “Recientemente fue ordenado por el Tribunal Supremo para controlar la deforestación en el Amazonas. El gobierno ya canceló un importante proyecto vial que conecta a Venezuela y Ecuador, destruyó varias carreteras ilegales, amplió el Parque Nacional Chiribiquete en 1,5 millones de hectáreas y lanzó la iniciativa “Cinturón verde” para proteger y restaurar un corredor forestal de 9,2 millones de hectáreas. Es demasiado pronto para decir si estas acciones y otras serán suficientes para frenar la rampante pérdida de bosques en el país“.
Fuente: http://www.wri.org