El Consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), declaró nueva área protegida el Palmar del Tití para ayudar en la preservación del mono tití.


En total son 2.622 hectáreas de conservación de Bosque Seco en los que se unen la Gobernación del Atlántico y la Corporación Autónoma Regional del Atlántico para la protección del mono tití. “En este momento con esta nueva declaratoria logramos completar más de 4.300 hectáreas destinadas a la protección del Bosque Seco, hábitat de la especie”, afirmó Alberto Escolar, director de la corporación y agregó que estas acciones contribuyen al plan de manejo y conservación de la especie a través de la protección de su hábitat.

Además de ayudar en la preservación del mono tití, la recuperación y conservación del bosque seco tropical, esta medida mejora la oferta de servicios ecosistémicos y conectividad ecológica, beneficiando además la recreación, la educación y la investigación científica”, destacó el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo.

El tití cabeciblanco es una especie que se encuentra en peligro de extinción y que estamos protegiendo”, manifestó el ministro Luis Gilberto Murillo al referirse a la propuesta de ampliar el corredor biológico del tití y establecer allí su hábitat permanente.

Además de evitar la pérdida de cobertura de bosque seco, esta declaratoria permitirá tomar las medidas de manejo necesarias para la recuperación de los suelos degradados, así como el uso sostenible del área e incrementar la representatividad del Bosque Seco Tropical en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP).

La medida aporta significativamente al cumplimiento de la meta de conservación de dicho ecosistema, el cual ha sido una prioridad nacional, dado que constituye uno de los ecosistemas más amenazados a nivel mundial.

Adicionalmente, el DRMI Palmar del Tití permite la conectividad con otras áreas protegidas en Atlántico y norte de Bolívar, que según el compromiso regional, pretende a futuro promover la unión de los departamentos de Atlántico y Bolívar a partir de mínimo 8.000 hectáreas protegidas para el Caribe, que tengan un buen manejo de los ecosistemas compartidos, y que garanticen la conservación del bosque seco como hábitat del tití cabeciblanco. Se espera en una segunda fase realizar un trabajo conjunto con la Gobernación de Bolívar para seguir ampliando el hábitat de la especie.

Esta declaratoria se da gracias al trabajo conjunto entre la Corporación, la Fundación Ecosistemas Secos, la Fundación Mono Tití y cuenta con el apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, PNN y el Instituto von Alexander Humboldt.

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